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Si el gancho de horquilla está dañado, no se debe volver a utilizar. Continuar utilizando ganchos de horquilla dañados puede representar graves riesgos para la seguridad, lo que podría provocar desprendimientos accidentales, roturas u otros accidentes, poniendo en peligro la seguridad personal y la propiedad.
¿Por qué los dañados no pueden gancho de horquilla ¿Continúa utilizándose?
Daño a la integridad estructural:
Una vez que el gancho de horquilla se daña, su integridad estructural puede verse comprometida y es posible que no pueda soportar la carga de diseño original. Si continúa usándolo puede causar que el gancho se rompa o se deforme.
Capacidad de carga reducida:
La capacidad de carga del gancho de horquilla dañado disminuye, lo que lo hace incapaz de transportar con seguridad el peso original y propenso a romperse o desprenderse durante el uso.
Mayores riesgos de seguridad:
El uso de ganchos de horquilla dañados aumenta el riesgo de accidentes, que pueden provocar la caída de objetos pesados y provocar lesiones personales o daños al equipo.
Signos comunes de daño
Antes de cada uso, se debe inspeccionar cuidadosamente el gancho de horquilla. Los siguientes son algunos signos comunes de daño:
Grietas o fracturas: Aparecen grietas o fracturas en el gancho o pasador de fijación.
Doblado o deformación: Cualquier flexión o deformación del gancho, pieza en forma de U o pasador de fijación.
Desgaste excesivo: Hay signos evidentes de desgaste en la superficie del gancho o del pasador de fijación.
Óxido o corrosión: la superficie del gancho presenta oxidación o corrosión severa, lo que afecta su resistencia estructural.
Componentes sueltos: Pasadores o pernos de fijación flojos que no pueden asegurar con seguridad el gancho.